MIRADA DE PADRE, MIRADA DE HIJO

Entre tus ojos y mis ojos hay multiversos de distancia,
Ciudades voladoras e historias de compleja trama
Que han sido cuidadosamente tejidas palabra a palabra,
Por este aprendiz de hechicero que ahora escribe y habla
Por el que forjó su vida con la alegría, la soledad y la nostalgia
Que dieron forma a cada uno de sus árboles, arbustos y ramas.

Entre mis ojos y los tuyos hay mundos enteros de enseñanzas
Que aún no recibes, que este mundo aún no te lanza
Y que te hacen diminuto,  pequeño ángel sin alas,
Inocente de tanto y tanto, tan importante que no es nada.

Entre esa mirada celeste de  cómico camino,
Transparente-real, que deslía lo incierto-malévolo de este mundo
Y que es esperanza de luminosa certeza y simbólico hado,
Providencia magnífica que tú y otros como tú harán cierta al fin
Algunos años adelante cuando de nosotros los hombres pasados
Poco y nada quede para ser recordado,
Entre esa mirada y la mía digo, hay tanto, hay tanto,
Hay cielo sereno y hay verdadero Dios en lo alto,
Hay verdes profundos y perfectos azules brotando,
Hay sabiduría plena y una expresión calma, un manto
De tiernos albores, de sonrisa, de paz, de canto
De buenaventura de ausencia de razón, ese cruel regalo
Que ha hecho del hombre invasión, miasma, llanto
De la tierra, los mares, las montañas y cuanto es sagrado.

Entre tus ojos y los míos hay tanto, hay tanto.
Hay sensaciones que no se.
Hay cercanía divina que he olvidado.
Una expectación venidera.
La posibilidad que esperamos.

Y en un verde paraje circundado por un arrollo de sol
La naturaleza ha emergido en toda gloria
Pequeños pájaros cantan al amanecer
Desde la copa de enormes árboles amarillos y violetas
Y las abejas modulan en masa un poema de piadosa vida
Mientras quienes antes fueron feroces bestias
Esbozan ahora las letanías del nuevo mundo.
Y entre ellos estás tú, y quienes como tú viven
Ajenos de toda maldad.

Entre mis ojos y los tuyos hay tanto
Que debo aprender
Para recordar
El secreto de esta vida.