Un poema sináptico explosivo y centellante
De neuroprocesos ideáticos
emotivo-intelectuales
Cayendo como nimias ráfagas luminosas
espaciales
Sobre las complejas ciudades de tus
estructuras cognitivas.
Cayendo como espuma tenue sutil transparente
Cayendo como burbujas llenas de afectos de
colores
Cayendo como nieve de un invierno tan amable
Cayendo como esquela de juvenil sabiduría
Que te dice que te gatilla que te evoca
Lo que eres lo que quieres lo que buscas
No importa en realidad lo que opinen tantos
otros
Tan sólo cobra valor el sentir reflejo de tus
neuronas
Inconscientes y profundas
Y otra vez brillantes luminosas.
Un poema identitario de límbicas raíces
ancestrales
Difuso y disruptivo como energía pura que
brota
Feromónico amigdálico hacia el neocortex
Y te lanza las palabras que declaran un
anhelo
Y una pena.
Se aviva la tempestad de los circuitos
neuronales
A medida que decrece la noche
Y se levanta el sueño.
No puedo escribirte sin pensar en tus ojos
Rasgados y vivos como continuos amaneceres
No puedo hacerlo sin pensar en tus labios
Autores de la promesa que no podrá ser
cumplida.